CINE Y LITERATURA

Tras la encuesta realizada anteriormente sobre Cine y Literatura, hemos podido acercarnos un poco más al hábito de lectura y cine de los jóvenes de hoy en día. Son varias las conclusiones a las que podemos llegar tras las respuestas de nuestros compañeros.

 

 

Los resultados de la encuesta revelan que, mientras que los chicos se inclinan más por el cine de terror, sólo dos de cada cinco chicas lo escogen, prefiriendo la mayoría las comedias o los romances. Sin embargo, a la hora de escoger entre el cine y la literatura, no tienen preferencia, escogiéndolos a los dos por igual, a pesar del poco tiempo que algunos de ellos poseen para ir al cine o poder leer tanto como les gustaría.

 

En cuanto a la literatura, 3 de cada 5 jóvenes prefieren la literatura universal, no inclinándose sólo por los best-sellers sino también por la llamada "literatura indie". El género que más les gusta leer es el narrativo, nada sorprendente pues podemos decir que "son malos tiempos para la lírica" y ¡qué razón tenían Golpes Bajos! Por no hablar del teatro; aunque está algo más cultivado que la lírica, los jóvenes siguen dejándolo de lado.

 

Enlazando la literatura con el cine, las respuestas de los jóvenes nos han dejado conocer que la gran mayoría coincide en una cosa: no piensan en absoluto que una película refleje fielmente lo que un libro quiere transmitirnos, es más, 4 de cada 5 jóvenes prefieren que la película se adapte al libro. Personalmente, no creo que hayamos leído el libro de todas las películas que vemos en el cine, por lo tanto sí discrepo un poco con este resultado, porque aunque un libro pueda parecernos más interesante que la película -¡suele pasar!- a veces la película no tiene por qué ser una copia exacta del libro, por eso se dice que está "basada" en el libro: no es el libro. Cuando vamos a ver una película hemos de aceptar que no va a reproducir palabra por palabra los diálogos del libro ni va a recrear lo que en nuestra cabeza apareció cuando leímos el libro. No obstante, algunas películas consiguen esto -muy pocas- pero es muy difícil conseguirlo: hay que tener en cuenta que una película dura un máximo de 3 horas, mientras que un libro puede tener miles de páginas y entretenernos durante, incluso, días o semanas. Por tanto, si un libro nos ha parecido bueno, la película no tiene por qué parecernos también buena, o por el contrario, la película puede parecernos buena y ser a la vez muy distinta a como habíamos imaginado el libro.

 

Entrados ya en el tema de cine, los efectos 3D han sido muy bien aceptados por los jóvenes. Los jóvenes hoy en día disfrutan del cine en 3D cada vez más, y es que es muy atractiva la idea de que unas gafas puedan hacerte sentir dentro de la película. Llegará un día en el que la tecnología nos sorprenda mucho más en estos aspectos y, sin duda, seguiremos disfrutando de estos avances en el cine, sintiendo casi el roce de los protagonistas.

 

Para concluir, tratamos un tema más moral: ¿Puede ser educativo el cine? Los jóvenes nos han contestado en su mayoría que sí. Por supuesto, una película puede enseñarnos valores preciosos, como El ciudadano Kane, todo un ejemplo para la ética, que nos enseña a valorar lo inmaterial (amor, amistad, familia...) frente a lo material. Pero también hay que mencionar que no todas las películas pueden hacernos sentir que hemos aprendido algo después de su visualización. Así, yo me hubiera decantado por responder que el cine puede ser educativo depende del tema que trate, ya que los temas a tratar pueden ser muy variados y no todos pueden realizar esa función educativa.

 

Sin duda, para mí, lo más importante tanto de la literatura como del cine, es que me hagan sentir diferente. Si una película o un libro te deja indiferente tras su visualización o lectura, sin duda es porque no nos ha aportado nada a nuestro conocimiento ni a nuestra persona, y considero que esto ultimo es esencial: sentir las historias, identificarnos con el personaje, asimilar la moraleja... Todo aquello que pueda construirnos como personas, desarrollar nuestro criterio, hacer un antes y un después en nosotros... Porque a nosotros que somos los jóvenes, todo esto es lo que nos dejará huella, y a los no tan jóvenes, lo que les enseñará un poquito más de la vida.

 

Gracias a los que habéis participado en la encuesta, estos resultados no habrían sido posibles sin vuestro granito de arena.